Hago teatro desde pequeña. Al acabar el Instituto me matriculé en el Instituto del Teatro de Sevilla. Creía que no podría vivir sólo de la interpretación, por lo que me matriculé a la vez en  la Facultad de Psicología ya que me atraían los entresijos de la mente humana; pero al finalizar el primer año,  mi cuerpo eligió aprender a meterse en la piel de otros personajes, hacer acrobacia, a bailar o cantar, en lugar escuchar al profesor de  Pedagogía leyendo un libro o de tratar de entender los garabatos en la pizarra de la clase de Matemáticas.

De la mano del miedo a la inseguridad económica, aposté por la interpretación. Empecé impartiendo clases extraescolares de teatro en los Institutos mientras estudiaba y así he seguido a lo largo de 30 años combinándolo con mi profesión como actriz. Como monitora empecé a percibir que a través del teatro muchos alumnos iban sanando inseguridades, heridas o complejos y decidí buscar formación para realizar con más conciencia el trabajo que venía haciendo más allá de la interpretación. Realizo entonces el curso de Postgrado de Teatro Social e Intervención Sociocultural en la Facultad Pablo de Olavide de Sevilla donde me complace comprobar que se pueden fundir mis dos pasiones y disfruto colaborando con la compañía de Danza Móbile de Sevilla y  la ONG Crecer con Futuro. Llega un momento en que como actriz me siento encorsetada y comienza mi relación con la IMPRO, una escuela de vida, donde se entrena a estar en el aquí y el ahora, a contactar con la verdad, con la emoción, con la escucha y la confianza en ti y en tus compañeros. Estas herramientas me son muy útiles cuando conozco el método PIBE, donde se buscan soluciones a conflictos a través de escenas, que en muchas ocasiones, se crean sobre la marcha en función de los emergentes. Tras la formación, creamos la Asociación Haztuacción con un proyecto enfocado en la prevención de violencia de género y más adelante en las relaciones saludables entre iguales. Observar el comportamiento de los chicos y chicas con los que estamos trabajando me lleva a la Pedagogía Sistémica y hago la formación en la Montera. En la actualidad, me pongo a prueba cada día, tratando de acercarme al sistema educativo con una nueva mirada y desde mi lugar.